EVANGELIO DE MARCOS.

12.06.2013 12:51

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Marcos cap. 8: v 1 al v 10.

En esos días estuvo otra vez con muchísima gente, y sin nada que comer; Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: <Me da pena este pueblo, porque hace tres días que se quedan conmigo y ahora no tienen que comer. Si los mando en ayunas a sus casas, desfallecerán por el camino, pues algunos han venido de lejos.>
Sus discípulos le contestaron: <¿De dónde podríamos sacar en esta soledad el pan que necesitan?> El les preguntó: <¿Cuántos panes tienen?> Respondieron: <Siete>. Entonces él mandó a la gente que se sentara en el suelo y, tomando los siete panes, dio gracias, los partió y empezó a darlos a sus discípulos para que los repartieran, y ellos se los sirvieron a la gente. Tenían además unos pescaditos; Jesús pronunció la bendición y mandó que también los repartieran.
Todos comieron hasta saciarse, y de los pedazos que sobraron recogieron siete cestos. Unas cuatro mil personas habían comido. Luego Jesús los despidió. En seguida subió a la barca con sus discípulos y fue a la tierra de Dalmanuta.

ENSAYO

Ahora estamos conociendo que el discernimiento en forma espiritual, es sustancialmente diferente al razonamiento humano tradicional que ve en este evento algo maravilloso porque es un verdadero milagro que con sólo siete panes y algunos pescaditos hayan sido alimentados cuatro mil hombres, y por si eso fuera poco, se recogió un sobrante de siete canastos, lo que habla abundantemente del poder de Dios.
Pero el discernimiento espiritual nos llevará más allá de lo que otros ven. Meditemos: podemos observar que los discípulos de Jesús se olvidaron del primer milagro de la multiplicación de los panes con los que se alimentaron cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños, y que se recogieron doce canastos de sobrante. Esto se volvió a repetir para reafirmar en nuestra mente, que la encomienda a la que Jesús fue enviado para alimentar con su enseñanza al pueblo judío, es tan abundante y generosa, que siempre habrá lo suficiente para alimentar a todos los pueblos de la tierra, para que todo el que quiera recibir y deleitarse con este alimento, tenga una nueva vida delante de Dios para disfrutar de su Reino en abundancia en este mundo y la vida eterna en el mundo venidero, porque serán liberados de las cadenas que los tiene aprisionados en este mundo material y materialista, por lo que, al ir conociendo la verdadera dimensión espiritual de la enseñanza de Jesús, todos alcanzaremos esa libertad y seremos realmente libres, libres para disfrutar a plenitud del Reino de Dios en este mundo.

Marcos cap. 8: v 11 al 21

Vinieron los fariseos y empezaron a discutir con Jesús. Y, para ponerlo en apuros, le pidieron una señal que viniera del Cielo. Jesús suspiró profundamente y exclamó: <¿Por que esta gente pide una señal? Yo les aseguro: A esta gente no se le dará ninguna señal.> Y dejándolos, subió a la barca y se fue al otro lado del lago.
Se habían olvidado de llevar panes y sólo tenían un pan en la barca. En cierto momento Jesús les dijo: <Abran los ojos y tengan cuidado de la levadura de los fariseos tanto como de la de Herodes.> Entonces ellos se pusieron a decir entre si: <Será porque no tenemos pan.>
Dándose cuenta, Jesús les dijo: <¿Por que están hablando de que no tienen pan? ¿Todavía no entienden ni se dan cuenta? ¿Tienen la mente cerrada? ¿Teniendo ojos no ven, y teniendo oídos no oyen? ¿No recuerdan cuando repartí cinco panes entre cinco mil personas? ¿Cuántos canastos llenos de pedazos recogieron?> <Doce>, contestaron ellos. <Y cuando repartí los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántos cestos llenos de sobras recogieron?> <Siete> contestaron. Y Jesús les dijo: <¿todavía no entienden?>

ENSAYO:

Si alguien que no guarda ni enseña a cumplir la Palabra de Dios dada a Jesús según su enseñanza en su nivel espiritual, pide una señal del poder de Dios para constatar que él envía al que si lo hace, no se le dará ninguna porque no podrá tentar a los enviados de Dios a demostrar que así es, a quienes han recibido enseñanzas y mandatos de hombre, ya que estos actúan como si sus normas, enseñanzas y mandatos, fueran pensamientos de Dios. Por eso, cuando Jesús de a quienes serán sus discípulos el Pan de vida con la bendición del Padre a través de su Palabra, les hce saber que siempre habrá lo suficiente para alimentar a quienes quieran comer el alimento divino de su Palabra para ir formando nuevos discípulos y así, sucesivamente.

Marcos cap. 8: v 22 al v 26

Cuando llegaron a Betsaida, le trajeron a un ciego y le pidieron que lo tocara. Jesús tomó al ciego y lo llevó fuera del pueblo. Después de mojarle los ojos con saliva, le impuso las manos y le preguntó: <¿Ves algo?> El ciego, que empezaba a ver, dijo: < Veo a los hombres, pero como si fueran árboles que caminan.> Jesús le puso nuevamente las manos en los ojos y empezó a ver perfectamente; el hombre quedó sano, ya que de lejos veía claramente todas las cosas.
Y Jesús lo mandó a su casa, diciéndole: <Ni siquiera entre en el pueblo.>

ENSAYO:

Debemos de permitir que la enseñanza de Jesús nos saque de las tradiciones religiosas para no seguir cayendo en las tentaciones que atrae la sabiduría y los placeres del mundo, para que, apartados de todo ello, abramos los ojos espirituales a su enseñanza, para que en el momento preciso que seamos ministrados por su Palabra y ser tocados por él y nos pregunte, ¿Qué ven?, Contestemos: vemos a los hombres como árboles que caminan, es decir: como personas confiadas en su abundante o escaso follaje material pero sin la consciencia de que en realidad no son árboles sino seres semejantes a Dios. Pero Jesús volverá a tocarnos los ojos al seguir estudiando, reflexionando y meditando su Palabra y veremos más allá de lo que otros ven, porque éstos no han sido lo suficientemente fieles para guardar y enseñar a cumplir su enseñanza para hacer suya la voluntad de Dios, para que así, al volver a las cosas de este mundo, no volvamos a caer en las tradiciones religiosas de hombre

Marcos cap. 8: v 27 al v 30

Salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesárea de Filipo, y por el camino les preguntó: <¿Quién dicen los hombres que soy yo?> Ellos contestaron: <Algunos dicen que eres Juan Bautista; otros, que Elías; otros, que eres alguno de los profetas.> El, entonces les preguntó: <Y ustedes, ¿Quién dicen que soy yo?> Pedro le contestó: <Tu eres el Cristo.> Pero Jesús les dijo con firmeza: <No se lo digan a nadie.>

ENSAYO:

¿Quién dicen los hombres que es Jesús? Unos dicen que un gran maestro, otros, que un iluminado, y otros, que un gran profeta. Y nosotros: ¿Quién creemos que es Jesús? Nosotros creemos que él es el Unigénito de Dios, que él es el único medio para conocer al Padre y alcanzar la gracia, la misericordia y la justicia de la voluntad de Dios. Que él es el Camino a la Verdad a la Vida para disfrutar a plenitud el Reino de Dios en abundancia en este mundo y la vida eterna en el mundo venidero. Que él es Nuestro Señor y Salvador personal y suficiente. El es la mente de Dios, para que a través de su enseñanza le demos el valor real a nuestro ser, siempre en presente y no en pasado o en futuro, es decir: valor en semejanza con Dios, con el Yo-Soy en el principio y fin de todas las cosas, y en su esencia, substancia y eternidad, el Ser Único sin principio ni fin.

Marcos cap. 8: v 31 al 33

Luego comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los notables, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley; que iba a ser condenado a muerte y que resucitaría después de tres días. Hablaba con mucha claridad. Debido a eso, Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo. En cierto momento Jesús se dio vuelta y vio a sus discípulos. Entonces reprendió a Pedro con estas palabras: <¡Detrás de mi, Satanás! Tu no piensas como Dios, sino como los hombres.>

ENSAYO

Así como Adán fue rechazado y condenado por Dios a dejar la vida espiritual por desobedecer la orden de no comer del árbol de la ciencia, del bien y del mal lo que provocó que fuera echado del Paraíso y transferido al mundo material que lo haría conocer la muerte, así mismo, por la encomienda que el Padre depositó en Jesús, éste fue rechazado, azotado, abusado y burlado por el pueblo de Israel, por no obedecer, en lo religioso, sus enseñanzas y mandatos, condenándolo a la muerte por ello, pero por el poder y el propósito de Dios Jesús fue resucitado después de tres días, rescatando así al ser humano trínito semejante a Dios, por lo que ahora, después de que en nosotros permitamos crucificar al hombre viejo tradicional y materialista, lo que nos traerá el desprecio de muchos, seremos restaurados en espíritu, alma, (mente) y cuerpo, en verdadera semejanza en Dios para gozar, plenamente en su Reino, de su gracia, misericordia y justicia infinitas; por lo que, si alguno de los que se hacen llamar, "cristiano" cree que no es necesario pasar por lo anterior, tendremos que decir: ¡ Detrás de mi Satanás, tu no piensas como Dios sino como hombre!

Marcos cap. 8: v 34 al v 38

Luego llamó no sólo a sus discípulos, sino a toda la gente, y les dijo: <Si alguno quiere seguirme, que se niegue a si mismo, tome su cruz, y sígame. Pues quien quiera asegurar su vida la perderá; y quien sacrifique su vida por mi y por el Evangelio, se salvará.
¿De que sirve al hombre ganar el mundo entero si se pierde a si mismo? Pues, ¿de dónde sacará para rescatarse a sì mismo. Sepan que si alguno se avergüenza  de mi y de mis palabras en medio de esta gente adúltera y pecadora, también el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre, rodeado de sus santos ángeles.>

ENSAYO:

Si queremos verdaderamente seguir a Jesús, deberemos hacerlo el centro de nuestras vidas, y para que así sea, primero deberemos admitir nuestra ignorancia acerca de Dios, ya que todo el conocimiento adquirido en todas las áreas de nuestra vida y todos los beneficios que eso nos ha traído, sólo nos ha servido para caer en infinidad de tentaciones que casi nos han hecho perder la tranquilidad, la paciencia, la misericordia, el amor, y sobre todo, el escaso contacto que hemos tenido con Dios. Así, que si verdaderamente queremos seguir a Jesús, no nos neguemos a cargar esa cruz semejante a la de él, para que, en ella quede crucificada nuestra condición tradicionalmente materialista hasta alcanzar nuestra condición espiritual original que hará resucitar al hombre nuevo, al ser hecho a imagen y semejanza de Dios que nos restaurará en su Reino en este mundo.
Así que no sigamos queriendo cargar esa cruz con nuestras propias fuerzas y sin querer crucificar lo tradicionalmente materialista, ya que en lugar de levantarnos al mundo espiritual de Dios, nos vamos hundiendo cada vez más en lo obscuro y profundo de las pasiones humanas, lo que nos irá conduciendo inevitablemente a caer en las tentaciones negativas y sus consecuencias en este mundo, por lo que si queremos cambiar esa situación a lo positivo para que nuestra condición espiritual no se pierda, deberemos perseverar en ese cambio empezando a creer con verdadera fe en la Palabra de Jesús, reconociendo que él es Nuestro Señor y Salvador personal y suficiente y declararlo con fe, esa fe que nos hará conocer lo que no se conoce y ver lo invisible del Reino de Dios.
Si después de reconocer la verdad en la enseñanza de Jesús, alguno la esconde para agradar al hombre, entonces de nada le valdrá el haber tratado de cambiar su vida, porque con esa actitud estará avergonzando a Jesús, y lo único que conseguirá con ello, es que Jesús se avergüence  de él ante el Padre.